DULCE NAVIDAD

Terminamos un trimestre complicado y muy intenso. Nunca hubiera imaginado que juntos llegaríamos hasta aquí compartiendo tantos momentos, pero lo hemos conseguido. Por eso, después de meses de trabajo, de no poder abrazarnos ni estar en clase como nos hubiera gustado, he tratado de darle punto y final con momentos bonitos y entrañables.

DECORACIÓN DE LA CLASE

Este año ha sido totalmente élfica. La puerta de la clase se ha convertido en la carta de presentación de los fabulosos alumnos que hay dentro de ella y aunque nos ha servido para dar entrada a estas fiestas tan especiales, lo más auténtico es que ha sido objeto de risas y de bromas entre ellos al verse vestidos y colocados de forma simpática en ella. Dar alegría en estos tiempos tan difíciles ha sido lo más importante, ya que no podemos permitir que todo lo que está pasando empañe la felicidad y el espíritu navideño de nuestros alumnos. De esta forma tan original quedó.

La decoración más emotiva ha sido nuestro árbol de Navidad colaborativo. Gracias a una mamá que nos sorprendió regalándonos este gran detalle, hemos podido colocar nuestro adorno en cada hueco. Todos somos importantes en esta clase y me ha encantado que este árbol haya tenido un poquito de cada uno de nosotros. Hacer las cosas juntos, hace que tengamos momentos de unión que tarde o temprano darán sus frutos.

MANUALIDAD NAVIDEÑA

En este día tan especial también nos gusta elaborar algún detalle navideño. Con dos pinzas de la ropa y dos simpáticos personajes surgió esta idea vista en la red que ha dado mucho de sí. Cada uno los decoró como quiso usando diferentes materiales quedando unas pequeñas marionetas la mar de simpáticas y molonas que se llevaron muy ilusionados a casa.

LA CARTA DE LA AMISTAD

El último día del trimestre siempre aprovecho para organizar algo emotivo y especial para que nos vayamos cargados de buenas vibraciones y demostrarles lo lejos que, como grupo, hemos llegado a lo largo de todos estos meses. Este curso hemos hecho "La carta de la Amistad". Como si del "Amigo invisible" se tratara, cada uno escribió una bonita carta resaltando lo positivo del compañero/a que le había tocado por sorteo. Las fuimos sacando una a una de nuestro calcetín navideño y las fuimos leyendo en alto. Se dijeron cosas tan bonitas y llenas de cariño, que sus caras lo decían todo. Me encanta favorecer estos ambientes en los que nos olvidamos un poco de la rutina diaria y nos adentramos en el maravilloso mundo de las emociones. Si entre nosotros todo funciona, la armonía está asegurada y sobre todo la seguridad de que se nos valora dentro del grupo. Aquí muestro un pequeño resumen de todo lo vivido.

LAS "OTRAS RÚBRICAS"

La culminación del día vino de la mano de las "otras rúbricas" o mejor dicho, las notas personales que nos dan otra forma de entender la evaluación. El hecho de ir concienciándoles de que el valor de cada uno no está en un número si no en lo que cada uno de nosotros llevamos dentro, es algo que cada día me gusta inculcar. Nuestro valor como personas está por encima de todo y es bueno recordárselo buscando oportunidades como esta. Este año esta oportunidad ha venido en forma de rúbrica personal que podrán pegar en algún lugar destacado de su cuaderno y así tener presente lo grandes que son cuando necesiten un poco de energía positiva. El "Lápiz Observador" es un detalle simpático que les irá motivando a hacerlo cada día mejor y a superarse.

Pues aquí termina un día especial, bonito y cargado de cariño. Es un momento difícil el que nos ha tocado vivir y pese a todo, debemos sacar las sonrisas que hay debajo de esas mascarillas que nos han acompañado durante tantos días. Es necesario hacer de esta realidad algo más llevadero y con días así creo que lo hemos conseguido. Nuestros niños merecen ser felices y deben tener presente que en el cole las cosas no son como antes, pero que en él sí se pueden vivir grandes momentos junto a todos los compañeros. Separados por la distancia pero unidos por el corazón.

Muchas gracias a todas las familias, sin ellas estas cosas no serían lo mismo, su apoyo me permite hacer y crear momentos únicos en clase. Pero sobre todo a todos mis alumnos que son unos campeones y unos luchadores por el gran ejemplo que están dando. Sus sonrisas y sus ocurrencias hacen que los días de sombras se llenen de luz y me recuerden que "juntos es mejor". Estando juntos todo es posible.

Gracias a todos los que día tras día seguís mi trabajo a través del blog o de mis redes sociales, sois un apoyo que me anima a compartir y a seguir pensando que otra educación es posible con o sin pandemia.