DIARIO DE UN BONITO VIAJE

Tengo que reconocer que lo peor que llevo de este trabajo son las despedidas. Tras dos cursos escolares "navegando" con mi grupo de clase y sus familias, llega el momento más triste de todos y toca desembarcar. Es increíble cómo pasa el tiempo y todo lo que hemos recorrido juntos,  un camino intenso y lleno de grandes experiencias y en el que nuestras vidas se han conectado poco a poco, hasta tal punto, que un día te das cuenta que dices "mis niños y mis familias", porque es así, llegan a formar parte de ti y tú ya formas parte de ellos.

Hay muchas cosas que construyen a una persona y a mi, mi profesión, me ha hecho ser la persona que soy hoy. El crecimiento personal y profesional no nos atañe exclusivamente a nosotros, también se lo debemos a todos nuestros alumnos y a todas sus familias que nos aportan y nos enseñan cada día que hemos ido tratando con ellas. Nosotros enseñamos, pero también aprendemos por que lo no hay forma más rica de crecer día tras día y sin apenas darte cuenta. Por eso, me gusta tanto mi trabajo y lo disfruto al máximo. 

Han sido meses y meses de trabajo, de juegos, de risas, de comprensión, de buenos ratos, de abrazos... Esos que nos quitaron esta pandemia y que tanto necesitamos. He disfrutado de lo lindo de "mis niños" y ellos creo que se van con momentos memorables que algún día recordarán con cariño. Las huellas en ellos, son imborrables y por eso a mi me gusta cuidar los detalles y hacer de mi trabajo una "alfombra" para que todos se sientan importantes y protagonistas de sus aprendizajes.

La verdad es que nada de esto hubiera sido posible sin sus familias. Es difícil imaginar la complicidad y las buenas relaciones que hemos mantenido a lo largo de estos dos cursos escolares. Mis conocimientos en Disciplina Positiva, me han hecho ver la importancia de las conexiones positivas entre padres e hijos y he tratado en todo momento brindarlas en mi clase. Poco a poco la confianza en mi forma de trabajar y el interés por todos y cada uno de mis alumnos se ha visto recompensado en unas familias que han estado pendientes en cada momento de lo que se iba a aprender en clase y de colaborar en todo lo que se ha podido en ese proceso. 

Ellas también tienen y deben ser protagonistas y mostrar a sus pequeños que están ahí, que son imprescindibles en sus aprendizajes y en su vida. No me cansaré de decir que nos necesitamos mutuamente y que debemos hacer todo lo posible para que nuestros niños sean felices, se sientan arropados y con sentido de pertenencia.

Toda esta unión se ha visto fortalecida por el trabajo que hemos realizado desde casa durante todo este tiempo de confinamiento. Ha sido brutal como tanto las familias como los niños han puesto todo su esfuerzo y sus ganas por llevar el cole a su casa con todos los medios disponibles para continuar con el trabajo. Nunca imaginamos que nuestro último trimestre llegara a ser así y que tuviéramos que vernos detrás de una pantalla con lo que nos gustaba estar juntos y aprender en clase.  Sin embargo, de todo se aprende y creo que después de esta experiencia nos hemos fortalecido y las relaciones se han estrechado aún más, por lo que, de nuevo, quiero agradeceros todo cuánto habéis hecho, sois realmente increíbles y me siento muy afortunada por haberos disfrutado estos dos años.

                          Familia y Escuela siempre unida y siempre juntas en la misma dirección.

Siempre que acaba el curso, suelo hacer algunos detalles o algunas notas especiales para terminar con una sonrisa y sobre todo, con emoción. En este caso, la ocasión era aún mas especial y es por ello por lo que quise transformar nuestro último encuentro por videoconferencia en una experiencia inolvidable. Quise recordar con ellos momentos vividos en clase, haciendo un bonito recorrido por todas nuestras actividades, dinámicas y juegos que, de alguna manera, han marcado nuestro aprendizaje, nuestra forma de sentirnos y de "hacer piña".

A la hora de recopilar el material, hasta yo misma me he sorprendido sin saber que escoger, porque ha sido tanto lo vivido y disfrutado, que he tenido que hacer una gran selección. Como si de una travesía se tratara, nuestro "Diario de un bonito viaje" quedará para la posteridad como un gran recuerdo compartido que veremos al cabo del tiempo con mucho cariño y con la certeza de haber aprendido mientras nos lo pasábamos bien.

Como no, he querido hacer mis pequeños detalles. Si con emoción comenzamos, con emoción nos debemos marchar y para ello las "Otras notas", esas que siempre hago al final de cada trimestre, las he vuelto a dar pero en esta ocasión para las mamás y para los papás. ¡Totalmente merecedores de ellas!, ya que sin ellos, nada hubiera sido posible. Su ayuda, su esfuerzo y su compromiso no puede quedar sin reconocimiento y por ello les he querido dar ese chute de fuerza y de agradecimiento en forma de notas de clase.

Por supuesto, mis alumnos también han tenido su pequeño detalle y como todo lo hemos relacionado con un bonito viaje y ese viaje continua en un nuevo ciclo, tenía claro que lo que les hacía falta era un pasaporte muy especial junto con su billete de avíón. Para realizar esta idea, me han servido muchísimo los avatares creados en la herramienta web PixtonEdu, ya que se pueden descargar con fondos transparentes y la verdad, es que me han dado mucho juego. Junto a los pasaportes los billetes de avión se pueden generar en este ENLACE de forma gratuita y completamente personalizados.

En conjunto, todo ha quedado muy emotivo y ha servido para despedirlos confiando en que su nueva travesía educativa sea estupenda y disfruten llenando su "maleta" de grandes experiencias.


Y... por supuesto, no nos podía faltar un estupendo marcapáginas, ya que muchos de nuestros viajes se hacen a través de bonitos libros y estos son más mágicos, si cabe. Aquí ya he colocado mi avatar para que tengan un recuerdo mío que les pueda acompañar siempre en medio de sus mejores historias.

Esta plantilla la encontré en la red y picando AQUÍ, se puede descargar.

Después de dos cursos escolares se merecían una bonita despedida, aunque nos han faltado los abrazos, esos que nos reiniciaban y nos daban buenas vibraciones y que debido a estas circunstancias no han sido posible dar. Nos hubiese gustado despedirnos de otra forma mucho más bonita y pudiendo expresar nuestras emociones, por ello, he intentado volcarme en los detalles, que sientan que les echaré de menos y que han sido y serán parte importante en mi vida.

Todo acaba y todo comienza de nuevo, los ciclos deben terminar para seguir avanzando y descubrir nuevos rumbos, por eso no debemos entristecernos, ya que todo forma parte de nuestro aprendizaje en la vida. Lo que si nos quedarán serán nuestros recuerdos, esos momentos pasados juntos siempre irán con nosotros. Os echaré de menos.

Siempre seremos la Clase Molona, porque vosotros, familia y alumnos, la habéis hecho así.