"EMOCIÓNATE"

Definición de emocionar según el diccionario: "Causar emoción, sentimiento intenso, interés expectante o ansiedad en una persona". No hay nada más que hablar, es de vital importancia crear todas esas cosas en mi clase. 

La emoción, en mi opinión, es uno de los pilares básicos en los que se construye el aprendizaje. Razón y emoción es un binomio bastante peculiar pero muy necesario para conseguir alumnos que todos los días quieran levantarse ilusionados por ir al colegio. Sentirse a gusto en clase y alrededor de gente con la que hay conexiones positivas, da lugar a que los aprendizajes se transmitan y sean adquiridos con mucho más éxito y sobre todo, a que las relaciones entre ellos favorezcan el espíritu de ayuda y cooperación tan importantes en esta sociedad en la que cada día hablamos menos con las personas y todo lo buscamos a través de las redes sociales.

A lo largo de este curso, la forma de plantear el trabajo emocional es claro, de hecho va introducido en mi programación y cada día le dedicamos un ratito. Trato de fomentar las risas y el contacto entre ellos "de otra forma" que no sea la convencional. Es necesario  acercarlos a actividades y a juegos en los que ellos sin darse cuenta se den a los demás y creen vínculos a través de momentos agradables y especiales.

El trabajo de las emociones tiene varios bloques en los que se ha ido trabajando de forma progresiva lo siguiente:

- La integración en el grupo y el autoconocimiento potenciando los talentos de cada uno y el respeto hacia las diferencias.

- Las emociones, aprendiendo a reconocerlas y a expresarlas. Para ello, se han hecho ejercicios específicos pero también juegos divertidos o de relajación para sentirnos mejor y pasar de la euforia y los enfados del recreo a un estado más tranquilo y feliz. 

- La cohesión del grupo y el trabajo cooperativo con dinámicas muy pensadas para que durante las mismas se sucedan momentos de ayuda y de empatía "Lo que no quieras que  te hagan a ti, no se lo hagas a los demás".

Las actividades han sido muchas durante este trimestre. Se ha pasado de reírnos cuando tocaba la relajación a pedirla cada vez que subimos del recreo, hasta tal punto que el otro día, sin mediar palabra y sin yo decir nada, ya estaban algunos alumnos dándose masajes uno al otro, señal de que ellos han comprobado los beneficios de pararse un poquito, respirar y sentir y sobre todo a ser más cercanos con sus propios compañeros

Algunas actividades:

1. La nube encadenada. El primer día de curso ya dimos muestra de que nuestros nombres eran piezas de una clase en la que todos formábamos parte de todos. Escribimos nuestros nombres usando letras ya colocadas. Fue una actividad bonita y en la que aprovecharon para presentarse.

2. Todos somos especiales. Otra actividad consistió en dibujarnos lo más parecidos posibles y debajo colocar algún talento o habilidad en la que soy bueno/a o se me da bien.

Realmente salieron dibujos muy bonitos y cada uno en su estilo particular se dibujó lo mejor que pudo. Algunas habilidades eran dibujar, patinar, reparar máquinas.. muchas pistas para poder tirar de esas habilidades y potenciarlas en clase.

Todos estos dibujos se colocaron en nuestro corcho durante un tiempo para que se conocieran mejor. De hecho muchos veces se acercaban y les gustaba leer lo que los compañeros pusieron y ver los dibujos.

3. Reconocemos nuestras emociones: Durante muchas sesiones hemos trabajado las diferentes emociones y como expresar cada una de ellas. La importancia del trabajo emocional es sumamente importante ya que dependiendo de como me sienta, soy capaz de gestionar mi estado de ánimo y resolver los conflictos de otra forma. Este trabajo seguirá realizándose durante todo el curso.

                                 

4. Actividades de relajación: Estas actividades van encaminadas a fomentar la cohesión grupal y a aprender a sentir. El hecho de que le hagas al compañero un buen masaje es señal de que esa acción te será devuelta, a parte de todos los beneficios que estas actividades conlleva como la aceptación del grupo, mejorar la autoestima y relajarnos, favoreciendo un estado de animo más receptivo para los aprendizajes posteriores.

                                                           

4. Buzón de correos emocional: Es quizás lo que más les gusta de todo. Desde que coloqué los sobres con su nombre, están deseando que haya correo. La primera experiencia con esta actividad fue con ellos. Consistió en que cada uno debía escribir algo bonito y positivo del compañero que le tocó por sorteo. Ese día fue especial porque muchos de ellos no se esperaban que les dijeran tantas cosas especiales y su cara de felicidad llenaba la clase.

                  

El que aparezca un papelito asomado en el sobre de colores supone estar todo el día preguntando cuándo se puede coger, señal de que para ellos es un momento asociado a unas emociones muy positivas.                                   

La segunda experiencia con el buzón fue con un correo mío. Es increíble como se estrechan los lazos cuando nos damos cuenta de que sólo educando desde el corazón y el cariño llegamos a las personas. Mis mensajes eran personalizados y traté de escribir viendo más allá de lo que ellos demuestran cada día. Creo que de eso se trata, de ver el fondo de todo y desde ahí ir tirando hacia arriba para descubrir a las personas tal y como son. Muchas emociones se acumularon ese día, incluso mi buzón (porque yo también tengo uno) se llenó al instante de mensajes muy emotivos y de cariño.

No me puedo olvidar de esa nube tan maravillosa que todos los papis y mamis tuvieron la oportunidad de rellenar con mensajes preciosos para cada uno de sus hijos e hijas en la primera reunión que mantuvimos a principio de curso. Realmente su labor en esta tarea es grande y es a través de ellos donde debemos focalizar el trabajo emocional. Colegio y familia son uno, y si en clase propiciamos estos momentos es necesario que los padres colaboren de forma activa en este proceso. La alegría con la que subían ese día las escaleras para leer esos mensajes fue impresionante. Comenzar el día feliz y contento es muy importante.

El trabajo emocional no implica que surjan conflictos y que no haya que resolver las diferencias. Para eso tenemos en clase nuestro rincón mediador.

Los conflictos normalmente surgen durante el recreo y es en clase donde todo salta por los aires. Para ello, antes de comenzar a trabajar dedicamos un rato para solucionar ese conflicto y tratar de transformar las emociones negativas como la ira o el enfado en otras más positivas, siendo el diálogo el gran protagonista.


¿Cuándo, cómo y dónde?

Todo este trabajo relacionado con las emociones se lleva a cabo de forma más clara después de los recreos y durante la sesión de tutoría. Aunque cada vez que se puede aprovecho para contarles cuentos emocionales o explicarles el significado de frases positivas que ponemos en la pizarra todos los lunes. Les encanta que les cuente alguna experiencia real mía o que entre las situaciones que les ocurre a ellos escoja una que tenga que ver con esa oración. Los lunes que no la pongo, la piden rápidamente y se acuerdan de muchas de las que ya hemos colocado desde que comenzó el curso.

Este trimestre se ha trabajado mucho pero no es más que el principio. En los siguientes que están por venir, seguiremos en esta misma línea realizando muchas más actividades individuales y en grupo para poder ir avanzando y para tratar de lograr futuras personas dotadas de una buena inteligencia emocional. Seguimos trabajando y sumando.